El agua y la seguridad alimentaria

Esta semana se han conmemorado dos fechas de gran relevancia para la seguridad hídrica, no solo de Guanajuato, sino de todo el mundo: la Semana Mundial del Suelo, cuyo propósito es generar conciencia sobre los beneficios que tienen los suelos para la salud humana, producción alimentaria y desarrollo sostenible; y el Día Internacional de la Madre Tierra, que promueve la ampliación y diversificación del movimiento ambiental en todo el mundo.

Sabemos que en años recientes hemos estado presenciando el auge de una mayor conciencia ecológica, no solo en temas que son accesibles a nosotros, como: el uso racional de agua y electricidad en casa, usar medios de transportes alternativos, separar nuestros desechos, etc. También hemos empezado a preguntarnos cómo impactar en más personas y cómo participar en movimientos que en conjunto tienen mayores impactos.

Cuidando nuestro planeta.

 

Nuestros ecosistemas por sí solos propician ciclos armónicos, no necesitan nada más que ellos – incluida su flora y fauna, para ser sostenibles y ser prolíficos. Sin embargo, estos ciclos se ven interrumpidos por la actividad humana: deforestación, cambio de uso de suelo, producción agrícola y agropecuaria intensa, por mencionar algunos.

Estas actividades lastiman nuestros suelos, pero, ¿por qué son importantes los suelos? Por una razón muy importante, son la base para la seguridad alimentaria; y su relación con el agua afecta nuestras actividades directa o indirectamente.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO)1:

  • El 95% de los alimentos proviene del suelo, sin embargo, el 33% de los suelos tienen degradación.
    • En México, el 64% de los suelos presentan problemas de degradación. (CONAFOR).
  • El suelo retiene el triple de carbono que la atmósfera y puede ayudarnos a combatir el cambio climático.
  • En el mundo hay 815 millones de personas que viven con inseguridad alimentaria, y al menos 2,000 millones no cuentan con acceso a alimentos nutritivos.

Necesitamos suelos sanos para poder afrontar el crecimiento poblacional, es por ello que es urgente la gestión, promoción y apoyo para contar con suelos sanos que permitan ecosistemas estables, actividades agrícolas y económicas sostenibles que nos brinden seguridad hídrica y alimentaria.

Para lograrlo, debemos evolucionar las prácticas agrícolas hacia la agricultura regenerativa y de precisión, ya que estas tienen el potencial de restaurar la salud ambiental en suelos, cuencas y acuíferos. Estos últimos son la principal fuente de riego de los campos agrícolas mexicanos, ya que 80% del agua se usa en ese sector y se desperdicia un promedio de 57% de ella2. Tan solo en Guanajuato, tenemos un déficit hídrico de 1,041 millones de metros cúbicos anuales.

Entonces, los retos que enfrentamos son grandes, pero con la suma de voluntades podemos hacer grandes cambios. Es hora de hacer las paces con la naturaleza, ¿cómo? Juntos e impulsando la generación de políticas públicas que ayuden a crear y modificar nuestras ciudades para hacerlas resilientes y que permitan economías sostenibles; capacitando a las y los agricultores, y tecnificando nuestros campos agrícolas de campos agrícolas; poniendo nuestro grano de arena para ayudar a nuestra madre tierra.

Fuentes:

  1. https://www.gob.mx/semarnat/articulos/semana-mundial-del-suelo
  2. https://www.gaceta.unam.mx/crisis-agua-industria/
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